Hace unos días se ha celebrado la Carrera de la Constitución y mis hijas han participado. Como les hace ilusión participar y hacerlo mejor este año me pedían que entrenásemos -eso sí solo un poco porque entrenar es cansado-.
Supongo que muchos de vosotros tenéis hijos que participan en actividades deportivas y por tanto entrenan todas las semanas.
También recordáis los primeros partidos en los que participaron incluso en los primeros en los vosotros mismos participasteis. Estaban, estábamos, más perdidos, que un pez en medio del desierto. El entrenador desgañitándose para que no perdiesen la posición, que pasasen la pelota al compañero. O como en la primera carrera que hicieron, salieron con todas sus fuerzas para finalmente terminar andando porque no tenían más fuerzas.
Según pasaban los partidos, se iban mentalizando cuál era su posición, donde estaba su compañero y que tenían que las fuerzas tenían que aprender a repartirlas a lo largo del partido o carrera.
Todo esto que tenemos asumido y lo vemos de forma natural con el deporte, ¿por qué no lo tenemos tan claro en las destrezas mentales?
Me gustaría que los padres reflexionásemos sobre este punto y desde nuestra responsabilidad nos preguntásemos que podrían ganar nuestros hijos con ese entrenamiento.
Estar leyendo este artículo, significa que SI te importa la formación de tus hijos y es por ello que me gustaría que entre todos comentásemos que podemos hacer para potenciar dicho entrenamiento.
Entre todos podemos mejorar el entorno de nuestros hijos.
Para terminar os dejo un video que muestra otra alternativa de futuro para nuestros hijos. Espero que os gusteJ.
Un saludo
Mariano Cano.
Padre de alumnos del Colegio La Zarzuela